lunes, 19 de enero de 2015

"La Meditación trascendental es inversión potente en ganancias" #meditación #autocontrol #autoconocimiento #terapiaalternativa

El potencial conocimiento de uno mismo se alcanza a través de un estado meditativo. La comprensión intelectual es muy útil y necesaria a efectos prácticos en la vida cotidiana, pero es insuficiente. Si se desea adquirir una compresión más profunda de la existencia y el papel que juega uno mismo en este mundo, es necesario integrar ambos métodos de conocimiento: el conocimiento intelectual, que proporciona el pensamiento lógico-analítico y el conocimiento intuitivo, que despierta la práctica de la meditación. Cada uno tiene su lugar y su momento adecuado y sólo se llega a ser individuo completo cuando ambos niveles son desarrollados armónicamente.

La verdadera meditación no puede ser practicada sino que más bien sucede naturalmente cuando se le dan condiciones necesarias. La meditación surge cuando la concentración se prolonga un tiempo determinado.

El enfoque de la meditación hace hincapié en “tomar consciencia” y no en la concentración. Su método es indirecto y no obliga a la mente a concentrarse en una sola cosa, ni a luchar con sus propias tendencias. En los primeros pasos, consiste en observar la dinámica de la mente, sin interferir. Se observa todo cuanto sucede en la mente, sea lo que sea y sin suprimir nada. El meditador permanece consciente de lo que acontece en cada momento, manteniéndose como un
testigo o espectador desidentificado. Esta actitud descondicionada permite que las impresiones mentales (samskaras) y las tensiones subconscientes vayan saliendo a la superficie de la mente, donde son reconocidas, y pueden disolverse o integrarse armónicamente en el psiquismo.

Para profundizar en las diferentes capas de la mente primero hay que dejar salir los contenidos y suprimidos en ella, pues de lo contrario dichos contenidos mentales forman una barrera infranqueable que imposibilita todo progreso. Debes entrar  en esta conciencia con una nueva conciencia llamada inteligencia innata, chi, chitta ,  el cuanto, la fuerza vital, el observador,  la inteligencia universal, la energía cósmica, el poder superior. La llames como la llames, debes ver esta energía como una fuente ilimitada de poder dentro y alrededor de ti con el que creas a lo largo de la vida. Es la conciencia de la intención y la energía del amor incondicional a uno mismo y a los demás. Este campo invisible que se autoorganiza es sabio más allá de su comprensión científica porque existe a través de una matriz de energía interconectada que se extiende por todas las dimensiones en el espacio y en el tiempo: es un campo inmenso, inmaterial, multidimensional de información.

Establece un Lugar y una Hora:

Para la práctica de Meditación trascendental es importante tener una regularidad, lo ideal sería establecerse o gestionar al menos 10’  todos los días y preferiblemente a la misma hora y en el mismo lugar.  El lugar donde practiques esta meditación identifícalo como tu "lugar sagrado"  donde desarrolles un ambiente de pureza y paz que conduzca a tu  interiorización y te beneficie tanto a ti como al entorno en el que estés.  Puedes poner incienso si lo consideras y te sienta bien, es bueno pero no se debe depender de ningún apoyo exterior, también las almohadas para sentarse o sostener la columna, sillas con brazos para no  caerse, cualquier cosa para asentarse a gusto.  Tu postura debe darte libertad para cualquier movimiento espontáneo o para ajustar la postura.  Yo recomiendo sentarse en una silla o sillón con la espalda cómoda poniendo las manos sobre las piernas.

Realiza un Enfoque sin esfuerzo:
 
Establece un sonido como el OM , lentamente o SO HAM o cualquier otro sonido ya creado o que te crees para que al echar el aire lo sonorices con una conciencia respiratoria y céntrate en la Respiración natural, espontánea, la cual sale del abdomen la cual sentirás con los movimientos del abdomen, en la nariz, por el sonido suave  del paso del aire, o por la sensación de la respiración de cualquiera  manera.  Lo ideal es variar la respiración natural con el método de centrar la Atención a una Área de tu  persona, tal como el corazón,  el "tercer ojo" o encima de la cabeza.  A veces la atención va a estas áreas  o a cualquier sensación por sí sola.  Durante el trascurso de la meditación la palabra puede cambiar.  Puede  volverse más lenta o más rápida, más clara o mas vaga.  Este sonido puede  cambiar y hasta convertirse en algo diferente, sonando como  distante: puede desvanecer, perderse o sincronizarse con la  respiración o estar junto con otros pensamientos.  Todo esto es normal y no pongas resistencia a tales cambios: simplemente tómalo como venga. Este "soltar y regresar" permite un refinamiento gradual y profundo de la  conciencia.  Esto, a su vez, es responsable por el estado meditativo en el  cuerpo, la mente,  el cerebro y de esta forma a la conciencia individual y pone huella en la conciencia colectiva para organizar los campos invisibles de la conciencia universal y su relación con la inteligencia universal:  y esto es lo que da resultados.

Usa una Música meditativa determinada, lo ideal es que escojas una de las más relajadas y suaves ya que en este proceso se trata de que “aquietes la mente”  para disolver pensamientos, gestionar emociones y depurar al “sector basura” todo lo que autoanalices desechar.  Cualquiera que sea, la práctica se recomienda realizar  de la misma forma: sin esfuerzo y natural.

No pongas resistencia a los pensamientos  durante la meditación, tampoco a ningún ruido  de afuera, emoción o sensación física. De este forma los pensamientos que te vengan a tu pantalla mental te servirán como un mapa de carreteras guiándote a través de los procedimientos meditativos con los que accederás a tu sistema operativo: debes de mantener una actitud neutral e inocente. Permanece así al menos 10’ escuchando tu música

Quédate después con los ojos cerrados,  relajándose, por unos 2 o 3 minutos adicionales  para así asimilar los efectos y tener una  transición gradual. Después abre los ojos y  vuelve a la actividad.

Considera los pensamientos como parte de la meditación: déjalos que te vengan y  ¡déjalos ir como sea porque si se esfuerza a dejar de pensar se crea tensión! Así que, no pongas resistencia a los pensamientos, no prestes  importancia al significado de tus pensamientos durante la práctica, y no  uses el mantra para tratar de borrarlos sino para disolverlos y redireccionar.

Con este estilo de meditación natural, no intentes llegar a nada, como si fuera “manejar un coche”.  Es un proceso natural y espontáneo,  parecido a caer dormido o a despertarse.


Para finalizar la Meditación:

Tómate dos o  tres minutos antes de abrir los ojos y cuando sientas el progreso o al menos te sientas satisfecho decide finalizar y toma entonces un periodo de transición,  un tiempo para que los efectos se asimilen en el sistema, antes de abrir  los ojos.  Deja cualquier práctica y descansa: puedes acostarte un poco, estirar, tomar unas respiraciones largas por ejemplo y no abras los ojos hasta por lo menos dos o tres minutos más.  Después: levántate y envuélvete a la actividad gradualmente.

Asígnate tu próxima sesión de meditación: la regularidad y el autocompromiso es esencial.


Cada vez que Medites con esta técnica trascendental estás entrenando a tu cuerpo el cual aceptará esta tu nueva situación. De esta forma estarás adiestrando a tu mente o “chitta”  y con el paso del tiempo tu cuerpo aceptará esta nueva situación: está siendo adiestrado por una mente inconsciente y debes reajustarlo, así que quiérelo, adiéstralo y sé bueno con él. Al final te aceptará como su amo y recuerda: sé resuelto, persistente, entusiasta, alegre, flexible y siéntete inspirado. Así estarás tendiendo tu mano para alcanzar ese poder ilimitado que deseas tener y adquirir fortaleza mental.