La verdadera meditación no
puede ser practicada sino que más bien sucede naturalmente
cuando se le dan condiciones necesarias. La meditación
surge cuando la concentración se prolonga un tiempo
determinado.
El enfoque de la meditación
hace hincapié en “tomar consciencia” y no en la concentración. Su método es
indirecto y no obliga a la mente a concentrarse en una sola cosa, ni a luchar
con sus propias tendencias. En los primeros pasos, consiste en observar la
dinámica de la mente, sin interferir. Se observa todo cuanto sucede en la
mente, sea lo que sea y sin suprimir nada. El meditador permanece consciente de
lo que acontece en cada momento, manteniéndose como un
testigo o espectador
desidentificado. Esta actitud descondicionada permite que las impresiones
mentales (samskaras) y las tensiones subconscientes vayan saliendo a la
superficie de la mente, donde son reconocidas, y pueden disolverse o integrarse
armónicamente en el psiquismo.
Para profundizar en las
diferentes capas de la mente primero hay que dejar salir los
contenidos y suprimidos en ella, pues de lo contrario dichos
contenidos mentales forman una barrera infranqueable que imposibilita todo progreso. Debes
entrar en esta conciencia con una nueva
conciencia llamada inteligencia innata, chi, chitta , el cuanto, la fuerza
vital, el observador, la inteligencia
universal, la energía cósmica, el poder superior. La llames como la llames,
debes ver esta energía como una fuente ilimitada de poder dentro y alrededor de
ti con el que creas a lo largo de la vida. Es la conciencia de la intención y
la energía del amor incondicional a uno mismo y a los demás. Este campo
invisible que se autoorganiza es sabio más allá de su comprensión científica porque existe
a través de una matriz de energía interconectada que se extiende por todas las
dimensiones en el espacio y en el tiempo: es un campo inmenso, inmaterial,
multidimensional de información.
Establece
un Lugar y una Hora:
Para
la práctica de Meditación trascendental es importante tener una regularidad, lo
ideal sería establecerse o gestionar al menos 10’ todos los días y preferiblemente a la misma hora y en el mismo lugar. El lugar donde
practiques esta meditación identifícalo como tu "lugar sagrado" donde desarrolles un ambiente de pureza y paz
que conduzca a tu interiorización y te
beneficie tanto a ti como al entorno en el que estés. Puedes poner
incienso si lo consideras y te sienta bien, es bueno pero no se debe depender
de ningún apoyo exterior, también las almohadas para sentarse o sostener la
columna, sillas con brazos para no
caerse, cualquier cosa para asentarse a gusto. Tu postura debe
darte libertad para cualquier movimiento espontáneo o para ajustar la postura.
Yo recomiendo sentarse en una silla o sillón con la espalda cómoda
poniendo las manos sobre las piernas.
Realiza un Enfoque sin esfuerzo:
Establece un sonido como el OM , lentamente o SO HAM o cualquier otro sonido ya creado o que te crees para que al echar el aire lo sonorices con una conciencia respiratoria y céntrate en la Respiración natural, espontánea, la cual sale del abdomen la cual sentirás con los movimientos del abdomen, en la nariz, por el sonido suave del paso del aire, o por la sensación de la respiración de cualquiera manera. Lo ideal es variar la respiración natural con el método de centrar la Atención a una Área de tu persona, tal como el corazón, el "tercer ojo" o encima de la cabeza. A veces la atención va a estas áreas o a cualquier sensación por sí sola. Durante el trascurso de la meditación la palabra puede cambiar. Puede volverse más lenta o más rápida, más clara o mas vaga. Este sonido puede cambiar y hasta convertirse en algo diferente, sonando como distante: puede desvanecer, perderse o sincronizarse con la respiración o estar junto con otros pensamientos. Todo esto es normal y no pongas resistencia a tales cambios: simplemente tómalo como venga. Este "soltar y regresar" permite un refinamiento gradual y profundo de la conciencia. Esto, a su vez, es responsable por el estado meditativo en el cuerpo, la mente, el cerebro y de esta forma a la conciencia individual y pone huella en la conciencia colectiva para organizar los campos invisibles de la conciencia universal y su relación con la inteligencia universal: y esto es lo que da resultados.
Usa una Música meditativa determinada, lo ideal es que escojas una de las más relajadas y suaves ya que en este proceso se trata de que “aquietes la mente” para disolver pensamientos, gestionar emociones y depurar al “sector basura” todo lo que autoanalices desechar. Cualquiera que sea, la práctica se recomienda realizar de la misma forma: sin esfuerzo y natural.
No pongas resistencia a los pensamientos durante la meditación, tampoco a ningún ruido de afuera, emoción o sensación física. De este forma los pensamientos que te vengan a tu pantalla mental te servirán como un mapa de carreteras guiándote a través de los procedimientos meditativos con los que accederás a tu sistema operativo: debes de mantener una actitud neutral e inocente. Permanece así al menos 10’ escuchando tu música
Quédate después con los ojos cerrados, relajándose, por unos 2 o 3 minutos adicionales para así asimilar los efectos y tener una transición gradual. Después abre los ojos y vuelve a la actividad.
Considera los pensamientos como parte de la meditación: déjalos que te vengan y ¡déjalos ir como sea porque si se esfuerza a dejar de pensar se crea tensión! Así que, no pongas resistencia a los pensamientos, no prestes importancia al significado de tus pensamientos durante la práctica, y no uses el mantra para tratar de borrarlos sino para disolverlos y redireccionar.
Con este estilo de meditación natural, no intentes llegar a nada, como si fuera “manejar un coche”. Es un proceso natural y espontáneo, parecido a caer dormido o a despertarse.
Para finalizar la Meditación:
Tómate dos o tres minutos antes de abrir los ojos y cuando sientas el progreso o al menos te sientas satisfecho decide finalizar y toma entonces un periodo de transición, un tiempo para que los efectos se asimilen en el sistema, antes de abrir los ojos. Deja cualquier práctica y descansa: puedes acostarte un poco, estirar, tomar unas respiraciones largas por ejemplo y no abras los ojos hasta por lo menos dos o tres minutos más. Después: levántate y envuélvete a la actividad gradualmente.
Asígnate tu próxima sesión de meditación: la regularidad y el autocompromiso es esencial.
Tómate dos o tres minutos antes de abrir los ojos y cuando sientas el progreso o al menos te sientas satisfecho decide finalizar y toma entonces un periodo de transición, un tiempo para que los efectos se asimilen en el sistema, antes de abrir los ojos. Deja cualquier práctica y descansa: puedes acostarte un poco, estirar, tomar unas respiraciones largas por ejemplo y no abras los ojos hasta por lo menos dos o tres minutos más. Después: levántate y envuélvete a la actividad gradualmente.
Asígnate tu próxima sesión de meditación: la regularidad y el autocompromiso es esencial.
Cada
vez que Medites con esta técnica trascendental estás entrenando a tu cuerpo el
cual aceptará esta tu nueva situación. De esta forma estarás adiestrando a
tu mente o “chitta” y con el paso del
tiempo tu cuerpo aceptará esta nueva situación: está siendo adiestrado por una
mente inconsciente y debes reajustarlo, así que quiérelo, adiéstralo y sé bueno
con él. Al final te aceptará como su amo y recuerda: sé resuelto, persistente,
entusiasta, alegre, flexible y siéntete inspirado. Así estarás tendiendo tu
mano para alcanzar ese poder ilimitado que deseas tener y adquirir fortaleza
mental.