sábado, 22 de agosto de 2015

'Estiramiento hacia el Cielo' para todos #equilibrio #empatía intrapersonal #hábitopostural

El ejercicio de "estiramiento hacia el cielo" no sólo es primordial a la hora de hacer yoga sino resultar muy potencial a la hora de hacer otros deportes como pilates, running, fútbol, volley, ciclismo de entre otros. Este constituye en sí misma un excelente ejercicio que también puede realizarse con gran provecho al comienzo de la sesión de asanas antes de la salutación al Sol

De entre sus beneficios principales se encuentra el desarrollo del equilibrio, estiramiento de toda la columna vertebral descongestionando todos los nervios espinales, tonificación de casi todos los músculos del cuerpo y estiramiento de los rectos abdominales y de los intestinos y la intensificación de la circulación energética.

El punto clave es la concentración en la coordinación de la respiración con el movimiento, sintiendo los grupos musculares que van entrando en juego en cada momento y en la fase estática hay que concentrarse en estirarse al máximo y en mantener el equilibrio.



Recordatorio:  mantener la conciencia respiratoria mediante diversos tipos de atención

1.- Hecho de "ser consciente de la respiración" a través de la conciencia respiratoria 
2.- "Desglosar la atención" en la atención a la respiración, la atención motriz suplementaria que recorre todos los grupos musculares y da "ligeros toques" y la atención en el autoconocimiento que permitirá "depurarse" y "conocerse" mejor.




Pasos de la técnica:
  1. Ponte en pié con los pies separados entre sí unos 15 cm. Entrelaza los dedos de las manos a la altura del pubis, dejando los brazos muy relajados. Fija la mirada en algún punto enfrente de ti a la misma altura de tus ojos y mantenla, así mantendrás el equilibrio. Eleva las rótulas y alinea la pelvis verticalmente con la espalda y las piernas.
  2. Comienza una lenta pero profunda inspiración y simultáneamente ve elevando los brazos muy estirados por delante del cuerpo y con las palmas de las manosvueltas hacia afuera. Continúa hasta que las manos lleguen a estar por encima de la cabeza, con las palmas apuntando hacia el cielo. A continuación, elévate sobre las puntas de los pies, estirando lenta y progresivamente todo el cuerpo, intentando llegar lo más alto posible. Aquí, termina la inspiración. Mantén esta postura de máximo estiramiento vertical, reteniendo la respiración con los pulmones llenos.
  3. Cuando notes necesidad de espirar, deja salir suavemente el aire, disminuyendo gradualmente la tensión corporal. Apoya los talones en el suelo y baja los brazos estirados por delante del cuerpo, hasta alcanzar la posición de partida en el mismo momento que termina la espiración.
  4. Haz una breve pausa y repite el ejercicio las veces que te apetezca

¡no te olvides de disfrutar y sonreir! :-) eso proyectarás a lo largo del tiempo junto al aplicar la empatía intrapersonal e interpersonal con diferenciación


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